jueves, 13 de noviembre de 2025

Se cumplen 81 años del nacimiento del posadeño Orlando Ocampo.

 

Cantante, guitarrista, locutor, autor y compositor.


Ramón Orlando Ocampo nació en Posadas, Provincia de Misiones el 13 de Noviembre de 1944.


 


En la escuela primaria el maestro Félix Sisto lo inició en el canto popular en actos escolares y en su adolescencia, junto a sus compañeros Diego Cavia y Rogelio Vendrell, formó el trío “Cielito Misionero” con el que se presentó en la antigua “Radio Splendid” (hoy LT4).


 


En esta etapa participó de concursos de nuevos valores y se integró al coro polifónico del “Instituto Alberdi” de Leandro Alem (Misiones).


 


Su primera oportunidad, en el campo profesional, se dio en el conjunto del bandoneonista Guido Aquiles García, participando luego de grupos de artistas como Gregorio Martínez Riera, Secundino Martínez, Odilio Godoy y Chaloy Jara.


 


En el año 1965 se radicó en Buenos Aires, buscando un horizonte como músico profesional, y a finales de esa década fue convocado por su comprovinciano Carlos Talavera que lo incorporó a su conjunto.


 


En el año 1972 Orlando Ocampo llega a su primer grabación con el conjunto de Talavera en el disco “Estampa de un gaucho amigo” editado por el sello “Music Hall”. En este registro Ocampo versiona clásicos como “Distrito Alto Verde” y “Villanueva”.


 


Con Talavera permanece por espacio de 5 años participando de la grabación de otro “larga duración” en el año 1974 titulado “Linda correntinita” donde aporta obras de su autoría como “A los amigos libreños”.


 


En el año 1977 fue convocado por Abelardo Dimotta (h) para grabar un disco para el sello “Redondel” donde Ocampo incluyó obras de su autoría como “Alegría tradicional”, “Tuve penas de un amor” y “Canto a Tres Provincias”.


 


También registró grabaciones en el año 1978 con el conjunto “Los cheribucha” y con Raúl Esquivel Kot; y en el año 1981 junto a “Los Hermanos Cena” el disco “Correntino hasta morir” para el sello “CBS”.


 


Posteriormente se volcó a la difusión del chamamé, a la que se dedicaría hasta sus últimos días, tarea por la que recibió el premio “Andrés Guacurarí” por la labor de conductor del programa “La hora del Yasí Yateré“.


 


En el año 2005, en el marco de la “Feria del Libro” en Posadas, recibió el premio “Arandú Roga” por su aporte a la cultura. También fue distinguido en la edición 2006 del “Festival Nacional del Chamamé” de Corrientes.


 


En el año 2006 formó el “Conjunto Regional Rocamora” con el acordeonista Vidal, su hijo Germán Ocampo en teclados y las guitarras de Ricardo Méndez y Raúl Bombay. Con esta formación grabó su primer (y a la postre único) disco solista titulado “Misiones Pago Porá”.


 


En la faz autoral llevan la firma de Orlando Ocampo obras como “A mi querido Barrio Rocamora”, “Chaco no e beguara”, “Misiones Pago Porá”, “Cuatro arboles”, “Incertidumbre”, “Pago del alba”, “Me tratas de comprender”, “Milagro de amor” y “Muchacha”, por citar algunas.


 


Orlando Ocampo, “La voz cumbrera del chamamé” falleció en Posadas el 16 de Septiembre de 2010.

A89 años del natalicio de Eugenio Rodríguez.

 


Eugenio Rodríguez nació en el paraje Arroyo González, Departamento San Roque (Corrientes) el 13 de Noviembre de 1936.



 


Miembro de una familia de músicos, de sus tíos músicos aficcionados recibió las primeras lecciones musicales.


 


En su adolescencia comenzó a realizar presentaciones en bailes de campo y fiestas patronales, acompañado de su hermano Faustino en acordeón bajo el nombre de los ““Hermanos Rodríguez”.


 


En el año 1964, siempre junto a su hermano. formaron el conjunto “Armonía regional”, con el que se presentaron profesionalmente entre los años 1964 y 1968, grabando un disco “doble“ de 4 temas.


 


En el año 1969 nació el celebrado conjunto “Los Sanroqueños”, con Faustino en acordeón, Eugenio en bandoneón, las voces y guitarras de los “Hermanos Colman”, Diógenes y Néstor, oriundos de General San Martín, Chaco y Héctor López, también chaqueño. Rápidamente se convirtieron en una verdadera sensación chamamecera, por lo que fueron contratados por el sello “Asunción”, para el que grabaron las placas “Campo rincón”, “Recordando a San Roque” y “Noviecita lugareña”.


 


A mediados de la década del 70 se retiró Faustino Rodríguez, continuando Eugenio con la dirección del conjunto “Los Sanroqueños”, grabando para el sello “Vedette” otras dos placas discográficas.


 


En la década del 80 Eugenio Rodríguez abandonó la actividad artística, radicándose en la capital de Corrientes para dedicarse a la reparación de instrumentos musicales.


 


Prolífico compositor Eugenio Rodríguez es autor como “El resorte”, “El rubio Leiva”, “Camba Barullo”, “Doña Justina”, “El sanroqueño”, “Ya sin esperanza”, “Campo Rincón”, “Guazu mogote” y “Carai Lorenzo Maya” por citar algunas.


 


Alejado de los escenarios Eugenio Rodríguez está radicado en la capital de Corrientes dedicado a sus labores de luthería.

 


Absoluto autodidacta, pues apenas terminó la escuela primaria, nunca dejó de leer, «hasta el canto del papel», expresó alguien. «Y está con la guitarra a cuestas desde que se levanta». Tenía gran facilidad para versificar y para que sus improvisaciones no se extraviasen, publicó sencillos librillos que se vendían por pocos centavos, fueron unos veinte. El primero lo tituló: “Versos en papel de astrasa”.

Adquirió conocimientos de contrapunto y armonía y la perfección la buscaba en cada lugar nuevo que visitaba. Preguntaba por un profesor de música y así practicaba y se formaba.

Tenía muchas particularidades, una de ellas era cantar en versos pampeanos el argumento de “Divina Comedia” del Dante. Al terminar su actuación, se lo hacía saber al público que lo aplaudía aún más. Cuando le preguntaban por qué lo hacía respondía: «Para que la gente lo conozca y lo aprenda».

Agnóstico como fue gran parte de su vida, se volcó a la religión. También buscaba al cura de cada pueblo para conversar con él, porque así obtenía información del lugar visitado, además de entablar y ganar una amistad nueva. Si bien leía mucho no fue de formar biblioteca particular: «Hay que hacer rodar los libros porque si no quedan muertos».

En sus recorridas se hizo amigo de Eduardo Falú y de los padres de los que luego fueron “Los Indios Tacunau”. A Buenos Aires no se adaptó, pero tuvo tiempo de ser socio fundador de SADAIC y trabar amistad con el reconocido maestro Abel Fleury, a quien acompañó en varios programas radiales y también, con su colega José Canet.

Registró en SADAIC 54 temas, pero fueron muy pocos los que se grabaron. Bohemio impenitente como era, le alcanzaba con muy poco para vivir y no anduvo mostrando lo suyo para que le grabaran discos, pero algunos llegaron, y otros, aunque sin figurar su nombre, también le pertenecen. Son suyos y cuando le reprochaban, respondía que al menos debía ganarse el café con leche.

Sus temas grabados fueron: el tango “Serpentinas de esperanza”, con música de Canet, por Miguel Caló con Carlos Dante (1935); Ángel D’Agostino con Ángel Vargas (1945) y Fernando Díaz con guitarras (1935). “La pialada”, milonga con Domingo Plateroti (según Alejandro Iena fue compuesta por Raúl Ibarrolaza), por Los Indios Tacunau. “Ranchera de los perros”, con Silvio Di Pascal, por Rafael Rossi en 1973.

También vecinos y familiares afirmaban que otro tango suyo, “Madrigal”, estuvo en el repertorio de Gardel aunque sin llegar al disco. Y el director del diario “Aquí Ranchos” aseguró haber tenido no sólo la partitura con la foto del cantor si no, además, un acetato. Pero salvo quien lo dijo nadie pudo confirmar esto último.

Además de los nombrados, colaboraron con él José Luis Anastasio (verdadero nombre del cantor Carlos Mayel -quien actuó con Osvaldo Fresedo) en “Leyenda sureña”; Marcos Casali, “Canuto”, en “La caravana pasa”; Enrique Barcia en “La de los novios” y su amigo Ricardo Ibarraolaza, autor del "Himno a General Belgrano", con quien ganó —entre mil postulantes— el Premio Nacional PAMI con el tango “Domingo al sol”.

Alguien dijo en voz baja: «Esto es confidencial. Pero puede publicarse. Murió de tristeza, como las calandrias, porque cuando enfermó le quitaron la guitarra. La vendieron para poder construirle su tumba. Su esposa lo sobrevivió diez años». En el año 2009, declararon su tumba como Monumento Histórico Cultural de General Belgrano.

Otro de sus grandes amigos, Domingo Bordegaray, dijo: «El Ñato con su guitarra cantó en árabe el “Capricho” de Tárraga, retozó en “Un momento” de Alais y había llorado en “Una lágrima” interpretada por Sagreras».

La información sobre su vida llegó gracias a María Susana Gatti, sobrina de Afner, hija de su hermano Efraín; a María Esther Rubiera, sobrina de Chona; a Alejandro Iena, periodista del diario El Sur, de General Belgrano; a Ana Belén Martín, una de las responsables del área de turismo de la Municipalidad de General Paz (Ranchos) y, en la persona del señor Amarante, a todos los vecinos de Ranchos y General Belgrano que, con todo cariño, aportaron datos y documentos para éste homenaje.

miércoles, 29 de octubre de 2025

¡Feliz cumpleaños, Hugo Leiva!

 

Bandoneonista, autor y compositor.


Hugo Leiva nació en Colonia 3 de Abril, Departamento Bella Vista, provincia de Corrientes un 29 de Octubre de 1949.


 


Sus inicios profesionales los dio junto al acordeonista Pedro Montenegro cuando sólo contaba con 16 años de edad.


 


En la segunda mitad de la década del 60 acompañó a sus compueblanos “Hermanos Vallejos” y al celebrado dúo Cáceres - Verón (Lisardo Cáceres y Santiago Verón).


 


Posteriormente formó su propia agrupación, Hugo Leiva y su conjunto con el que recorrió escenarios de toda la región. A principios de los 80 fue convocado por el dúo “Rosendo y Ofelia” con quién permaneció por espacio de 2 años, con extensas presentaciones en el país y países limítrofes, participando también de la grabación de un disco larga duración.


 


Luego de esta experiencia formó nuevamente su conjunto acompañado de las voces y guitarras de Julio Centurión, Ricardo Avalos, Omar Rojas, Juan Carlos Galarza y Eduardo Alegre. Con esta agrupación se presentó en los más importantes festivales de la región.


 


También en su extensa trayectoria colaboró con artistas como Roberto Galarza y Mario Bofill y tuvo el enorme provilegio de formar un dúo con la guitarra mayor del chamamé, Don Antonio Niz, con quién grabó un disco.


 


Con 16 trabajos discográficos editados, en la actualidad dirige el grupo “Hugo Leiva y la nueva estirpe” que integran sus hijos Marcelo, Eduardo y Gerardo Leiva, en voces y guitarras.


 


Se destacó además en el campo autoral con más de 50 obras registradas entre las que recordamos “A Colonia 3 de Abril”, “Aurora correntina”, “Aromas de mi pueblo”, “Costumbres del litoral”, “La flor del espinillo” y “Tradiciones de mi Corrientes” entre otras.


 


Perfeccionista del instrumento que le valió el mote de “el estudioso del bandoneón” Hugo Leiva continúa con su carrera que ya lleva 40 años de permanencia en los escenarios.

A 105 años del natalicio de Linares Cardozo.

 

Docente, investigador, guitarrista, autor y compositor.


 Rubén Manuel Martínez Solís, conocido artísticamente como “Linares Cardozo” nació en La Paz, Provincia de Entre Ríos un 29 de Octubre de 1920.


 


Su primera inspiración en la música fue su madre correntina, Doña Delicia Bernabela Solís que ejecutaba la guitarra y cantaba. Se inició en la ejecución de la guitarra, en forma intuitiva, escuchando grandes artistas folklóricos por la radio, siendo tal vez su mayor espejo a seguir, Atahualpa Yupanqui, que en los 30 había vivido por un tiempo en La Paz.


 


Realizó sus primeras presentaciones en pistas de la época, relacionándose con los peones del saladero “Santa Elena” y especialmente los paisanos de la costa del Parana, que marcarían a fuego su obra autoral.


 


En la década del 40 se trasladó a la capital provincial Parana para continuar sus estudios y donde comenzó sus labores de investigación de la música nativa de Entre Ríos. Paralelamente a su labor como docente, publicó sus primeros escritos en diarios de Parana y Santa Fé.


 


A lo largo de su carrera, Linares Cardozo junto a sus presentaciones como solista de canto y guitarra, alternó conferencias donde expuso sus investigaciones sobre los ritmos entrerrianos como el “sobrepaso”, “tanguito montielero” y especialmente la “chamarrita”, de la que sin dudas fue uno de sus más grandes difusores.


 


Inspirado compositor, es autor de más de 200 obras de variados géneros entre las que recordamos "Soy entrerriano", "Como los pájaros", "La biznaguita", "La cambuiré", "Islerito", "Canción de la ocarina dormida", "El alzao", "Cururú tajamarero", "Chacarera de río seco", "Costeando el tajamar", "Chamarrita del Chupín" y sus obras más difundidas "Canción de cuna costera", "Peoncito de estancia", "Coplas felicianeras”.


 


Estas obras vieron la luz en discos grabados por Linares para prestigiosos sellos como “CBS” y “Microfón”. Publicó además los libros "El caballo pintado y la paloma" y "Júbilo de esperanza", ambos con varias reediciones.


 


Linares Cardozo falleció en Paraná un 16 de Febrero de 1996. Sus restos descansan en el cementerio de La Paz, a la sombra de un timbó con vista al río en el terreno que él mismo eligió para morada definitiva

Hace 126 años nacía Policarpo Benítez.

 

Cantante y guitarrista.


Policarpo Benítez, nació en Paso de los Libres, Provincia de Corrientes el 29 de Octubre de 1899.


 


Iniciado en la guitarra en su niñez, se hizo un camino como “cantor criollo” arribando a Buenos Aires en el año 1921.


 


En el auge de la música paraguaya de la década del 30, se incorporó a la “Tribu de Samuel Aguayo” con el que realizó sus primeras grabaciones para el sello “R.C.A. Víctor”.  Posteriormente acompañó a otros artistas paraguayos como Herminio Giménez, Julián Alarcón y Félix Pérez Cardozo.


 


A finales de la década del 30 se relacionó con artistas chamameceros y se integró al conjunto “Los Hijos de Corrientes” dirigido por Don Emilio Chamorro.


 


Allí conoció a Ernesto Montiel, Isaco Abitbol y Tránsito Cocomarola y tuvo activa participación en los comienzos del “Cuarteto Correntino Santa Ana” dirigido por Montiel e Isaco y en el “Trío Cocomarola” donde acompañó a Tránsito junto a otros guitarristas pioneros como Colón Cobas, Luis Ferreyra y Pedro Pascasio Enríquez.


 


Posteriormente se incorporó al “Conjunto Azul y Blanco” dirigido por el acordeonista “curuzucuateño” Ramón Estigarribia. En esta etapa acompañó también a la cancionista Angelita Lezcano.


 


En su trayectoria acompañó además a otros grandes artistas de nuestro género como Damasio Esquivel, Ramón “Tito” Aranda y Ambrosio Miño.


 


Alejado de los escenarios Policarpo Benítez falleció en la ciudad de Quilmes, Provincia de Buenos Aires donde se encontraba radicado el 16 de Enero de 1981.


lunes, 27 de octubre de 2025

Se cumplen 77 años del natalicio de Raúl Díaz.

 



Raúl Herminio Díaz nació en Corrientes, el 27 de Octubre de 1948.


 


En su niñez comenzó estudios formales de piano y en su adolescencia, se relacionó con cultures de la música “beat” de la Capital correntina, como “Los Dandy Boys” y “The Pokers”, grupos que integró como tecladista.


 


De la fusión de estos conjuntos se formó el grupo “Mantra”, con el que Raúl Díaz logró fama internacional con giras por toda Sudamérica, editando 23 discos simples y 3 long plays para prestigiosos sellos como “Microfón”, “Philips” y “Music Hall”, además de un cuarto disco editado en Uruguay y que aún se mantiene inédito en Argentina.


 


Junto a Rodolfo Regúnaga, a cargo de la voz y la batería en “Mantra”, se involucraron en el movimiento “Canción Nueva Correntina”, que se había gestado en la capital provincial a comienzos de los '70.


 


Así esbozaron sus primeras composiciones de chamamé para concursar estos certámenes, iniciativa que tuvo su premio en la edición de 1978, al ganar el “primer premio” en la categoría “Editado”, con la obra “No llores sauce”.


 


Luego de la desvinculación de “Mantra”, Raúl Díaz se radicó en Corrientes para fundar “FONEA” (Fonográfica del Nordeste), empresa dedicada a la producción de espectáculos, que contaba con un estudio de grabación creado íntegramente por Díaz, el primero en su tipo en el Nordeste y el único por largos años.


 


En esta etapa, Raúl Díaz se relacionó con importantes cultores del género, a la vez que realizó un importante apuesta a artistas que daban sus primeros pasos, como el malogrado cantautor Zitto Segovia, el “Grupo Vocal Nuevo Día” y el “Grupo Reencuentro”, artistas que realizaron sus primeras grabaciones en el estudio “FONEA”.


 


En el año 1985, Raúl Díaz es uno de los principales promotores de la primer edición de la “Fiesta Nacional del Chamame”, que realizó en el “Club Juventus” de la Capital Correntina. Desde entonces, Díaz ha tenido asistencia perfecta a esta “Fiesta”, trabajando en distintas facetas como productor y técnico de audio y TV.


En  1988 participa junto a Regúnaga de la grabación de la “Cantata José Francisco”, autoría de Marily Morales Segovia y Edgar Romero Maciel.  Posteriormente, en los 90 crea el ciclo “Corrientes de punta a punta”, con el que recorre intensamente la provincia llevando espectáculos chamameseros, junto a artistas como Mario Bofill, Los de Imaguare, Juancito Guenaga y el Grupo Reencuentro.


 


Llevan la firma de Raúl Díaz, obras como “Vengo de sangre india”, “Acaríciame Correntina”, “Salí muchacha salí”, “Pa’ rebuscarme” y su obra más difundida, el chamame “No llores sauce”.


 


En el año 2015, Raúl Díaz fue distinguido en la “Edición de Plata de la Fiesta Nacional del Chamame”, por su invalorable aporte al nacimiento de esta fiesta.


 


Raúl Díaz partió en su ciudad natal Corrientes el 22 de diciembre de 2024.

Gualberto Panozzo a 104 años de su nacimento.

 

Acordeonista y compositor.


Gualberto Sabino Panozzo nació en Colonia Libertad, Departamento Monte Caseros (Corrientes) el 27 de Octubre de 1921.


 


Radicado en Curuzu Cuatia, se inició en la ejecución del acordeón en forma intuitiva y en su adolescencia junto a compañeros de la época, animó sus primeros bailes en esa ciudad.


 


Si bien nunca se dedicó profesionalmente a la música, junto a sus camaradas Celestino López, Chiquito Insaurralde, Edgar Estigarribia, Gorgonio Benítez y su viejo compinche Tarragó Ros, recorrió intensamente pistas de Curuzu Cuatia y su zona de influencia, con recordadas presentaciones en los bailables del club "San Lorenzo", la "Terraza Lucerna" y el teatro "Cervantes".


 


Hacia el año 1949 realizó sus primeras audiciones radiales en "CW 31" Radio Salto, en la República Oriental del Uruguay. En esta  etapa viajó, junto a Tarrago Ros, a Buenos Aires, donde animó bailes en la "Asociación Correntina Los Hijos del Guarán" en el barrio de San Martín. Siempre junto a sus camaradas Tarrago Ros, Edgar Estigarribia y Gorgonio Benítez realizó además presentaciones en bailes de Monte Caseros, la vecina localidad uruguaya de Bella Unión y en LT 15 "Radio Concordia" al frente de su conjunto "Alma de Chamamé".


 


Dueño de un personal estilo de ejecución, pudo transmitir sus conocimientos a jóvenes curuzucuateños siendo el primer maestro de su ahijado Antonio Tarragó Ros y acordeonistas de las nuevas generaciones como Rubén Rodríguez.


 


Gualberto Panozzo fue autor de varias obras musicales con la particularidad que nunca quiso registrarlas, aunque sobresale nítidamente una de ellas, su chamame más difundido, "Galleta Collera", grabado por el "Rey del Chamame" Tarrago Ros y a partir de allí, por innumerables conjuntos que siguen ese estilo.


 


Gualberto Panozzo partió en Curuzu Cuatia, el 1 de Junio de 1990.


 


En vida, Tarragó Ros compuso en su homenaje el chamamé "Don Gualberto", otro clásico del repertorio "tarragosero".