Se cumple el 118° aniversario del nacimiento del maestro caballerense Herminio Giménez

 

Bandoneonista, violinista, director de orquesta, autor y compositor

Bandoneonista, violinista, director de orquesta, autor y compositor, Herminio Giménez nació en General Bernardino Caballero, Departamento Paraguarí, República del Paraguay el lunes 20 de Febrero de 1905.

Iniciado en la música desde muy niño, a los 10 años ya formaba parte de la “Banda de la Policía de Paraguarí”, donde ejecutaba el bombardino. Radicado en Asunción, comenzó estudios de violín con su tío Remberto Giménez y se integró a la “Banda de la Policía de la Capital”.

En el año 1920 Herminio Giménez formó su propio conjunto con el que comenzó a presentarse en la Argentina. En esta etapa tuvo un fugaz paso por Corrientes donde aprendió a ejecutar el bandoneón.

Le cabe el honor, de realizar las primeras grabaciones de música paraguaya de la historia, cuando en 1927 registró en Buenos Aires grabaciones para el sello "Guaraní", del editorialista catalán Manuel Viladeslau, como integrante del dúo "Giménez - Pucheta", que formó junto a su connacional Justo Pucheta Ortega. En la orquesta del Maestro Atilio Valentino contratada para la grabación, revistaba un joven bandoneonista porteño de nombre Aníbal Troilo.

En el año 1932 se enlistó en el ejército al estallar la “Guerra del Chaco” donde dirigió la Orquesta del Comando del Ejército. En esta etapa compuso sus obras “Fortín Toledo”, “Boquerón” y “Raza guaraní”.

En la revolución de 1936 se exilió por primera vez en la ciudad de Corrientes radicándose luego en Buenos Aires donde formó su “Típica de tango” integrada (entre otros) por Orlando Goñi, Alfredo Gobbi y Aníbal Troilo. Paralelamente realizó actuaciones y grabaciones junto a artistas litoraleños como Emilio Chamorro.

En las décadas del 30 y 40 dirigió orquestas en las principales ciudades de América, como Buenos Aires, Río de Janeiro (Brasil) y Nueva York (EEUU). En la década del 50 y principios del 60 repartió sus presentaciones entre Río de Janeiro y Buenos Aires, etapa donde compuso sus más recordadas obras como “Che trompo arasá”, “Lejanía”, “Cerro corá“, “Canción del arpa dormida” y “Alto paraná” (con letra de Marilí Morales Segovia) y principalmente “Malvita”, obra recreada por destacados artistas del chamamé como Ernesto Montiel, Rubén Miño, Damasio Esquivel, Blas Martínez Riera, entre otros

A principios de los 70 Herminio Giménez se radicó nuevamente en Corrientes, ciudad a la que consideraba su segundo hogar y se convirtió rápidamente en un destacado actor cultural, principalmente por su destacada tarea al frente de la Orquesta Folklórica de la Provincia de Corrientes, cuya fundación se debe en gran parte al maestro paraguayo. Con esta orquesta integrada por destacados intérpretes como Roberto Giménez Blanco, Cacho Montes, Oscar “Cacho“ Espíndola, Eugenio Balbastro, Carlos Maciel, Teresa Parodi y Blas Benjamín de la Vega (por nombrar algunos), grabó para el sello “Azur” en el año 1973, el disco “Corrientes y su música en nueva dimensión”. En el año 1975 pese a su condición de exiliado político y por intermediación del obispo de Asunción, Monseñor Ismael Rolón, presentó en aquella ciudad su “Misa Folklórica Paraguaya”, acompañado de la “Orquesta Folklórica de Corrientes”.

Paralelamente, siempre desde el exilio, dirigió por largos años el conjunto "Ponta Pora", con la que grabó cerca de 20 discos que se editaron para sellos brasileros y argentinos, acompañados de músicos parguayos, argentinos y brasileros, versionando tangos y música popular paraguaya, brasilera y litoraleña.

Al finalizar en 1989 el gobierno de Alfredo Stroessner, Don Herminio Giménez regresó a Asunción, ciudad donde falleció el miércoles 5 de Junio de 1991.

Autor y compositor de cerca de 200 obras musicales de diversos géneros como valses, polcas, guaranias, tangos y chamamé, es considerado por la Organización de Estados Americanos (OEA) como uno de los más sobresalientes compositores contemporáneos.